Madre de Dios no sólo cuenta con una riqueza biológica exuberante y magestuosa sino que también alberga miles de personas que trabajan en una actividad ilícta como lo es la minería ilegal.
El Ministerio del Ambiente afirmó que por lo menos 30 mil personas se dedican a la minería artesanal en Tambopata.
Esto no solo afecta a la ecología sino que también repercúte en el turismo, porque de las dragas, de las cuales se extrae oro de los ríos, los contamina con mercurio.
La región amazónica de Madre de Dios, que alberga el mayor número de áreas naturales protegidas del país, es la más afectada por la fiebre del oro. Tan sólo en los dos últimos años han nacido en esta zona 10 nuevos asentamientos mineros en los que malviven más de 15 mil personas.
Esta "pequeña minería" cuenta con potentes dragas hidráulicas que acaban con la vida en el lecho de los ríos. Además, en Madre de Dios más de 150 mil hectáreas han sido depredadas por la explotación minera y 400 mil se encuentran amenazadas. Asentamiento minero de Huepetuhe. --->
Paolo Jibaja
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